INTRODUCCIÓN
El presente artículo sintetiza una experiencia aplicada sobre el abordaje
del tema de las creencias relacionadas con los procesos de salud, bienestar
y enfermedad en el contexto de los programas de apoyo psicosocial para
pacientes con cáncer y otras enfermedades autoinmunes, ofrecidos por FUNDASINEIN.
Los hallazgos y evidencias de la Psiconeuroinmunologia han establecido
a través de diversos estudios, suficientemente convincentes para el pensamiento
científico de fin de siglo, la interrelación e interdependencia de los
Sistemas Nervioso, Inmunológico y Endocrino; de tal forma, que los procesos
mentales forman parte de una compleja red de interacciones bioquímicas
bidireccionales con dichos Sistemas. Ello significa que nos encontramos
ante una evidente multifactorialidad en los procesos de salud, bienestar
y enfermedad relacionados ya no solo con la herencia y el medio ambiente
sino con los procesos mentales asociados a los pensamientos, las emociones
y el comportamiento. Dentro de dichos procesos nos focalizaremos en un
elemento clave y fundamental: El Sistema de Creencias
y algunas herramientas conceptuales y practicas que permiten ampliar la
comprensión y dinámica de las mismas, así como las posibilidades de cambios
de las creencias.
Hemos corroborado en la practica el aporte que significa para las personas
que presentan enfermedades autoinmunes o cáncer, trabajar en sesiones
terapéuticas individuales y/o grupales sus sistemas de creencias, no solo
en relación a la enfermedad sino al tratamiento, la salud, el bienestar,
el disfrute, el sufrimiento y en una palabra la vida.
1.- SISTEMAS DE CREENCIAS
Una creencia es en esencia un pensamiento,
el cual tiene una significación de certeza, de verdad o arraigada convicción
subjetiva para la persona que la sostiene.
En ocasiones la creencia está basada en una interpretación de un determinado
hecho más que en el hecho mismo o en la realidad. Dicha interpretación
se fundamenta en las experiencias y aprendizajes previos de cada individuo;
por ello es importante considerar las posibilidades de recontextualizar
la creencia como un pensamiento susceptible al error, aunque este se dé
por verdadero o cierto; la consecuencia de lo anterior es descubrir la
viabilidad al cambio o la factible sustitución de algunas creencias.
Sin embargo, las personas tenemos creencias que adquieren características
permanentes, ya sea por que se elige creer
en ellas o por que representan mensajes recibidos
o asimilados en la infancia de las figuras parentales o el contexto
social construyéndose así el marco de pensamiento referencial.
BORISENKO,J (1988) cita un estudio realizado por el Doctor Steven Greer
y sus colaboradores en el Hospital King's College de Inglaterra, la actitud
de 57 mujeres sometidas a Mastectomía debido al cáncer mamario en estado
precoz fue relacionada con la supervivencia 10 años mas tarde. De las
mujeres que enfrentaron la enfermedad con espíritu de lucha, o cuyo rechazo
era tan fuerte que creyeron que no había
enfermedad alguna, el 55% se encontraba con vida y tenía buena salud 10
años después. Entre las mujeres que sentían que no tenían esperanza ni
remedio, o que aceptaban su suerte con estoicismo, solo un 22% estaba
con vida al cabo de 10 años.
Todos tenemos Sistemas de Creencias, los cuales constituyen modelos cognitivos
de representación del mundo, del YO, los otros y los hechos de la realidad.
VILLORIA, N (1987) señala que sin los sistemas de creencias "el cerebro
estaría vacío de contenidos indispensables o representaciones acerca del
mundo, el Yo, y los otros y en consecuencia la conducta humana carecería
de direccionalidad y las metas de significación particular que nos distinguen
como personas...este sistema de creencias constituye un equipamiento para
enfrentar las demandas internas y externas, sin el cual, no tendrían respuesta
alguna a disposición. La gente se expresa y opera según lo cree y una
creencia es justamente, lo que se cree. En este sentido, una creencia
positiva, es decir, no empobrecida y limitada de opciones, facilitará
la satisfacción de las necesidades reales y naturales del individuo".
En la estructuración del sistema de creencias juega un papel determinante
el desarrollo evolutivo de la niñez; el niño es ingenuo o crédulo por
razones neurofisiológicas, tiene hambre de contenidos para ir comprendiendo
la realidad y representarse al mundo; esta condición lo hace especialmente
vulnerable a la asimilación de la información disponible tanto de los
adultos que lo rodean e interactuán con él, como la que se difunde en
los procesos de socialización.
La escasez de información real como situación evolutiva, facilita la captación
y aceptación de mensajes que se convierten en creencias y posteriormente
esa misma escasez de información puede operar como obstáculo para desalojar
un determinado pensamiento del sistema de creencias.
VILLORIA, N (1987) argumenta otras razones que explican la credulidad
del niño y que guardan relación con la estructuración del sistema de creencias
son: su dependencia natural para la satisfacción de sus necesidades; el
predominio del pensamiento mágico, con el cual establece percepciones
y asociaciones fantasiosas y la significación afectiva emocional de las
figuras parentales, a las cuales cree por amor, confianza, miedo, manipulación
o culpa.
Creer en los mensajes e información recibida, además de estructurar el
sistema de creencias del niño, le permite la representación del mundo,
y la realidad, así como el mantenimiento del equilibrio vital, que le
conduce a emitir respuestas selectivas de acuerdo a su sistema referencial
de pensamientos.
En consecuencia, las creencias de una persona pueden estar condicionadas
principalmente por:
1. La ingenuidad. De forma recurrente como
se estructuró evolutivamente su sistema de creencias.
2. La desinformación. Al no disponer de
información verídica y real.
3. Los conocimientos. Bien sean estos los
mensajes parentales recibidos: la información socializada, conceptos actualizados
o los conocimientos especializados.
4. Los convencionalismos sociales. Que
suelen reforzar prejuicios y estereotipos.
5. Los principios éticos. Que sustentan
las creencias fundamentales acerca del ser, su trascendencia y su cualidad
espiritual.
En principio podemos definir un sistema de creencia como un conjunto heterogéneo
de pensamientos (marco referencial) el cual permite asignarle significados,
comprender y explicar los eventos de la realidad.
Los sucesos de las realidades internas o externas de las personas al pasar
por ese sistema interpretativo configurado por las creencias, genera respuestas
selectivas emocionales, actitudinales y conductuales, las cuales van a
proporcionar un determinado impacto sobre la persona total (mente, cuerpo
y espíritu).
BEAUPORT, E y DIAZ, A (1995) integran tres importantes descubrimientos
de esta época para la fundamentación de su modelo de las inteligencias
múltiples: Albert Einstein la energía está
presente en toda la realidad; Rogert Sperry
(premio Nobel de medicina 1981) con los aportes de sus investigaciones
sobre la división de la neocorteza cerebral y Paul
MacLean con su descripción del cerebro compuesto de tres estructuras
celulares, físicas y químicamente diferentes, a saber la neocorteza con
los hemisferios derecho e izquierdo, el sistema límbico y el sistema reptil
o básico.
MACLEAN, P (1990) Director del Laboratorio del comportamiento y la evolución
del cerebro en el Instituto Nacional de Salud Mental de Bethesda, Maryland.
USA señala que "las tres formaciones evolutivas pueden ser imaginadas
como tres computadores biológicos inter-conectados,
teniendo cada uno su especial inteligencia, su propia subjetividad, su
propio sentido de tiempo y espacio, su propia memoria, su propia función
motora y otras funciones". (MacLean, 1990).
Las implicaciones de esos descubrimientos y diversos estudios sobre el
efecto placebo nos permite sugerir un modelo del sistema de creencias
(ver gráfico) con énfasis en las interrelaciones de sus distintos componentes
y el establecimiento de circuitos modificables o por el contrario refractarios
al cambio.
MODELO DEL SISTEMA DE CREENCIAS |
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Los eventos o circunstancias de la vida diaria activan el sistema de creencias:
pensamiento, imaginaciones, mensajes recibidos, información socializada,
razones lógicas, intuiciones, ideas al azar. La (s) creencia (s) suscitada
por un determinado hecho, puede pasar desapercibida a la conciencia, en
el sentido de no descifrar con claridad la formulación o premisas del
pensamiento en cuestión. En cambio, puede ser percibida con mayor nitidez
la emoción con sentimiento relacionado con dicho pensamiento.
Es frecuente observar como algunas personas ante los hechos de la vida,
perciben más fácilmente lo que sienten ante un evento, en lugar de las
ideas o creencias que subyacen al mismo.
En los programas de apoyo psicosocial de FUNDASINEIN al abordar el trabajo
sobre las creencias con los participantes, les proponemos sencillos ejercicios
como primer paso para adiestrarlos en la discriminación de los componentes
emocional y cognitivo de la creencia. Ante una situación ficticia como
puede ser: una invitación a cenar por iniciativa de un jefe; se propone
la diferenciación de los componentes mencionados; luego en otro ejercicio
y con un carácter más vivencial se invita a enfocar el momento cuando
se recibió la información del diagnóstico de la enfermedad, a fin de identificar
igualmente la creencia (s) y la (s) emoción (es) presentes en esa circunstancia
de sus vidas. Algunos pacientes expresan por primera vez las intensas
y variadas emociones que experimentaron en ese momento, así como sus correspondientes
creencias.
Tomar conciencia de la asociación bidireccional pensamiento - emoción,
representa un paso para el trabajo de las creencias como estrategia de
afrontamiento de la enfermedad. Otros avances en esa dirección lo representa
el reconocer las actitudes como precursores de la conducta o la disposición
a actuar de una determinada manera, marcando el comportamiento como productivo,
si este genera satisfacción de las necesidades naturales y genuinas de
la persona o improductivo si agrega desesperación o pasividad y en consecuencia
insatisfacción o frustración para el logro del bienestar.
Algunos eventos una vez que pasan al sistema interpretativo pueden traducirse
en respuestas emocionales negativas que conllevan a las respuestas físicas
típicas del stress, afectando el óptimo funcionamiento de la respuesta
inmunológica y exponiendo a la persona a las posibilidades de enfermar,
acentuar sus síntomas o limitar sus opciones de bienestar.
BORYSENKO, J (1988) reseña dos ejemplos que nos permite ilustrar, lo anteriormente
señalado:
1. Un paciente padecía un grave linfoma
y su médico el Dr. Bruno Klopfer, le administró la droga conocida como
Krebiozen y que en aquel entonces (1958) se pregonaba como una cura potencial.
Los tumores del paciente "se derritieron como bolas de nieve" y fue dado
de alta del hospital, aparentemente curado. Unos pocos meses mas tarde,
cuando los periodicos publicaron artículos sobre la ineficacia de la droga,
los tumores del paciente no tardaron en reaparecer. Sospechando que el
agente que estaba obrando eran las creencias o la fe del paciente, Klopfer
le informó que le suministraría una forma especialmente preparada y mas
potente de la droga.
En realidad, trató a su paciente con agua destilada, y una vez mas los
tumores desaparecieron. Unos meses despues se publicaron estudios definitivos
que mostraban sin lugar a dudas que el Krebiozen era ineficaz. El paciente
se desilusionó, sus tumores reaparecieron y murió rápidamente.
2. El segundo ejemplo se refiere a un estudio
efectuado por el Dr. Yujiro Ikemi y sus colaboradores en Kyoto, Japón.
Dicho estudio se centró en un pequeño grupo de sobrevivientes
de diferentes formas de cáncer consideradas incurables.
Todos los pacientes compartieron una historia similar. Reaccionaron al
diagnostico con un sincero sentimiento de gratitud
por cualquier tiempo de vida que les restara. Enfocaron el problema como
si fuera "una copa medio llena y no medio vacía". El cáncer había aparecido
en los pacientes en una época de profunda crisis existencial y habían
reformulado sus crisis como una oportunidad para resolver los problemas
que las originaron. Se sintieron retados por su situación y aceptaron
la responsabilidad de ella.
"Finalmente, los pacientes se encomendaron completa y sinceramente a la
voluntad de Dios.
Los pacientes de la misma edad, sexo y condición física que padecen el
mismo tipo de cáncer, reaccionan a la misma terapia en formas muy diferentes.
Si bien es posible determinar un tiempo promedio de supervivencia, algunas
personas viven mucho mas tiempo del esperado, mientras que otras mueren
mucho mas rápido de lo pronosticado. Numerosos estudios han demostrado
que la actitud puede ser un mecanismo muy importante para determinar el
curso de algunas formas de cáncer".
Cuando se recibe un diagnóstico, el especialista que lo hace, comunica
también sus creencias en relación a la enfermedad, el pronóstico y el
o los tratamientos posibles. Igualmente la pareja, la familia y los grupos
de pertenencia poseen sus respectivos sistemas de creencias que conllevan
a sentir y actuar de maneras particulares en la relación con la persona
que presenta la enfermedad. De allí la importancia de darse cuenta de
las especificidades y sutilezas en el contenido y forma de la comunicación
humana, ya que esta involucra intercambio de creencias y una ascendencia
notable en las emociones, actitudes y conductas de los interlocutores.
El médico, la pareja o un amigo pueden representar un factor decisivo
en la cualidad de la respuesta emocional de la persona que enfrente una
enfermedad de riesgo.
Cuando las respuestas emocionales son positivas puede ocurrir lo que en
medicina se ha denominado convenientemente "curaciones espontaneas" .
CHOPRA, D (1994) refiere que en un voluminoso estudio de cuatrocientas
curaciones espontaneas de cáncer analizadas por Elmer y Alice Green de
la Clínica Menninger "se encontró que todos los pacientes tenían solo
una cosa en común: haber cambiado sus actitudes antes de que ocurriera
la remisión, haber encontrado alguna forma de mantener la esperanza, el
valor y la actitud positiva. En otras palabras, pudieron romper su adoctrinamiento,
aún si sus doctores no fueron capaces de romper los suyos propios. El
misterio que oscurece este descubrimiento...tiene que ver con la causalidad.
¿La curación ocurrió debido a las nuevas actitudes o fue paralela a ellas?.
Quizás en este caso la causalidad sea demasiado delicada para que podamos
ubicarla con precisión, por lo que habría que reemplazarla por un proceso
general y holístico de recuperación de la salud mental y física al mismo
tiempo. El sistema Mente-Cuerpo, que está a punto de vencer un cáncer,
debe saber que se esta dando el proceso conveniente y que puede comenzar
a generar al mismo tiempo muchos mas pensamientos positivos...la conciencia
es mucho mas amplia de lo que quisiera creer la medicina. Sin embargo,
aunque lo ignoremos, el campo silencioso de la inteligencia sabe lo que
está sucediendo, ya que, después de todo es inteligente. Su conocimiento
va mas allá de barreras y pantallas, incluso mas allá de lo que esperaríamos".
En síntesis el sistema de creencia está constituido por un conjunto de
pensamientos que permiten significar e interpretar los eventos de la realidad,
estos van a integrar una totalidad en la cual participan componentes emocionales
y actitudinales y que van a tener su expresión observable en las pautas
del comportamiento y/o en los ámbitos psicofísicos de la persona.
En las intervenciones psicosociales realizadas con los pacientes y las
personas de apoyo que han participado durante tres años en el programa
de apoyo psicosocial de FUNDASINEIN; se han encontrado suficientes evidencias
(aunque no registradas aun por los parámetros de la racionalidad positivista)
para afirmar responsablemente que es posible conseguir cambios en los
circuitos refractarios de los sistemas de creencias, siempre y cuando
se integren en el abordaje para el cambio los factores cognitivos, afectivos,
actitudinales y conductuales.
Al final de este trabajo se presenta a manera de ejemplo, una gama de
opciones que se construyeron con un paciente y que denominé "Pequeños
pasos para influir en su vida y su salud" y cuyo basamento teórico es
el modelo de las inteligencias múltiples de Elaine de Beauport y Aura
Díaz (1995).
2.- Tipos de creencias
En nuestra experiencia con el programa de apoyo psico - social y holístico
para pacientes con cáncer y otras enfermedades autoinmunes, hemos observado
como predomina, ante la información del diagnóstico, la respuesta emocional
de miedo y la creencia que la enfermedad significa automáticamente sufrimiento
y muerte. Las personas no disponen de información real suficiente para
cuestionar esa creencia generalizada desde distintas fuentes. De allí
la necesidad de explicitar diferentes tipos de creencias, de acuerdo a
lo planteado fundamentalmente por Simonton, O (1993) y Dilts, R, Hallbom,
T y Smith, S (1996).
Creencia insana
Es aquella creencia basada, casi exclusivamente en interpretaciones o
aprendizajes distorsionados de la realidad. Es una creencia fundamentada
en generalizaciones, lo que impide ver particularidades o asumir una perspectiva
global de análisis de la situación o evento.
En este tipo de creencias es frecuente el uso del pensamiento mágico por
déficit de una información real o insuficiente habilidad para poner en
duda la validez de un pensamiento; está asociada a emociones negativas
(miedo - rabia - culpa - dolor) las cuales, no contribuyen al óptimo funcionamiento
del sistema inmunológico y tienden a conformar momentos o estados de pesimismo
o desesperanza. En esta razón radica la denominación de "negativas", no
en el hecho de experimentarlas, ya que sentir emociones cualquiera que
sea es parte del proceso vital.
La creencia insana es en esencia opresora y resistente al cambio.
Si una persona cree que su enfermedad significa sólo sufrimiento, inhabilitación
o muerte, puede afectar sensiblemente el funcionamiento de sus sistemas
nervioso, endocrino e inmunológico; creando factores que no favorecen
el proceso de sanación o bienestar. La creencia insana va en camino opuesto
al bienestar integral de la persona.
Creencia positiva
Es aquella creencia basada en un optimismo característicamente exagerado
y negador de la realidad. De alguna manera constituye una respuesta defensiva
para no ver ni examinar con objetividad la situación, ni experimentar
emociones indeseables como el dolor o el pánico.
Una creencia positiva típica es similar al siguiente pensamiento expresado
por un paciente en nuestro Programa: "Tengo cáncer ... pero no es nada...
no me voy a morir de eso... se me va a quitar con el tratamiento... no
te angusties" (mensaje a su pareja). Esta persona minimizando la situación
buscaba activamente "tranquilizar" a su cónyuge y evitar el contacto con
sus propios miedos y angustias.
Indudablemente la creencia positiva es mejor que la creencia insana, ya
que incluso, pudiese derivar relativa tranquilidad a la persona y sus
allegados; pero el riesgo implícito de la negación, como elemento sustentador,
constituye su debilidad; ya que cualquier circunstancia adversa, como
una respuesta desfavorable al tratamiento o una recurrencia, la puede
hacer sucumbir, conduciendo a la persona a estados emocionales desfavorables.
Creencia saludable
Es aquella creencia basada en hechos reales; la persona asume con responsabilidad
trabajar para desarrollarla, a fin que contribuya a su sanación y/o bienestar.
La creencia saludable es producto de un proceso de decisión de cambio
y está asociada a emociones positivas y neutras (paz, sosiego, amor, alegría,
certidumbre); es en consecuencia una creencia liberadora que asume la
premisa: "Más importante que lo que me está sucediendo, es lo que decido
hacer con lo que me está ocurriendo".
Una persona con creencias saludables ante su enfermedad busca proactivamente
procurarse los niveles más altos posibles de bienestar, armonía, asumiendo
responsablemente que si hizo cosas que pudieron contribuir a su enfermedad,
puede igualmente realizar acciones en dirección opuesta, es decir, hacia
su sanación o bienestar.
La creencia saludable es liberadora y contribuye activamente con los mecanismos
psíco - físicos que protegen al organismo de la enfermedad.
En nuestro programa incitamos a los pacientes a un proceso de reflexión
- acción para transformar las creencias insanas en creencias saludables
e incluso las creencias positivas acercarlas lo más posible a lo real,
en el sentido que lo plantea Watzlawick, P. (1992) ya que a veces "solo
podemos hablar de imágenes de la realidad, pero no de la realidad".
Es fundamental considerar el hecho, que al querer desalojar un pensamiento
insano del sistema de creencias y cambiarlo por una creencia saludable,
se produce una disonancia cognoscitiva, lo cual representa literalmente
una "lucha" entre la creencia nueva por sustituir la creencia antigua,
ello representa el desafío de enseñar al individuo a cuestionar conceptos
erróneos específicos e instituir procesos alternativos para razonar, imaginar,
manejar las emociones y redireccionar las actitudes y la conducta global
hacia el bienestar, la satisfacción y la paz interna.
DILTS, R. (1996) describe varios tipos de creencias; los cuales resulta
interesante examinar para orientar el trabajo terapéutico:
1. Expectativa de objetivo que se refiere
a estar convencido, pensar que una determinada meta es alcanzable. Si
una persona no cree que un objetivo de salud sea factible, experimentará
desesperanza y en consecuencia no emprenderá acciones para sanarse o estar
mejor.
2. Expectativa de autoeficacia que consiste
en creer que disponemos de recursos necesarios para lograr un objetivo.
Cuando una persona cree que no tiene dichos recursos - por ejemplo, que
otros pueden superar una enfermedad, más no ella - es típico encontrar
un sentimiento de desamparo, el cual lo conducirá también a la pasividad
o acciones improductivas.
3. Expectativa de respuesta que es lo que la persona espera que
le suceda, ya sea positivo o negativo, y como una consecuencia lógica
de las acciones que emprende u ocurre en una determinada situación. Un
buen ejemplo de la expectativa de respuesta es el denominado efecto Placebo,
el cual describen diversas investigaciones como el fenómeno que se produce
cuando una sustancia específica "genera" una especial respuesta no atribuible
a los efectos farmacológicos en si, sino más bien a la sugestionabilidad,
a los procesos cognitivo, la expectativa de respuesta, es decir las creencias.
4. Creencias sobre la causa estas provienen
de "los filtros" de la experiencia, es a lo que asignamos la causalidad
de un hecho. Si a un paciente con cáncer, le preguntamos sobre lo que
él considera la causa de su enfermedad, podemos encontrar pistas importantes
sobre su marco referencial de pensamiento.
5. Creencias sobre el significado - en
nuestro caso - ¿qué significa que una persona tenga cáncer o una enfermedad
autoinmune? Pueden surgir diversos significados: es un castigo, se es
mala persona, se perdió el deseo de vivir, se necesita producir cambios
en la forma de vivir, etc. Los significados pueden ser cualitativamente
opuestos y ello tendría incidencias diferentes en los comportamientos
y en la salud; - por ejemplo - si alguien considera ante un diagnóstico
de una enfermedad de riesgo que morirá pronto, probablemente su estado
emocional será adverso y no emprenderá acciones que puedan hacerlo sentir
mejor. En cambio, si esa persona le asigna un significado de necesitar
un cambio en su vida, originará comportamientos dirigidos a lograr dicho
cambio. "Las creencias sobre el significado se traducirán en comportamientos
congruentes con la creencia". (Dilts, 1996)
6. Creencias sobre la identidad son las
que conceptualizan al "yo" de la persona y describen sus rasgos o habilidades.
Están relacionadas con el autoconcepto e incluyen la representación de
las propias destrezas y las limitaciones personales. Algunas creencias
sobre la identidad - tales como - "no puedo", "no valgo", "no merezco",
"no va conmigo" - pueden coartar las posibilidades de cambios, ya que
a menudo no se es conscientes de ellas.
Es posible identificar los diferentes aspectos y tipos de creencias que
puede sustentar una persona ante una enfermedad; y en consecuencia promover
un proceso de cambio hacia las alternativas de bienestar y salud, representado
por lo que Barker, J. (1995) denomina cambio paradigmático y que en esencia
es una transformación de las reglas, modelos cognitivos, patrones de percepción
y límites, lo que amplia las formas de responder a la realidad presente
y futura.
3.- CAMBIO DE CREENCIAS
El cambio de creencias en la experiencia aquí reseñada se enfoca hacia:
1. Recibir información general sobre las
creencias haciendo énfasis en los efectos de los pensamientos y emociones
sobre los procesos de salud y enfermedad.
2. Comprender el impacto de los pensamientos
y las emociones sobre las actitudes y la conducta de la persona en su
integridad.
3. Proponer estrategias de cambios de creencias
como una opción dentro de la multifactorialidad capaz de fortalecer el
proceso de bienestar o sanación.
En el proceso de cambios, muchas personas pueden necesitar apoyo o ayuda
especializada; el primer paso es asumir la necesidad de cambiar y decidir
ejecutar persistentemente diversas acciones para lograr la transformación.
Algunas razones que dificultan el cambio son:
1. La intensa emocionalidad que genera
un evento impactante como cualquier enfermedad, que coloque en riesgo
el bienestar integral. Sin embargo, ese dolor emocional, paradójicamente,
puede colocar en evidencia alguna de las creencias insanas de la persona
en relación a su vida y al proceso que está viviendo; planteando en consecuencia,
la necesidad de un cambio.
2. En el repertorio de comportamientos
de las personas hay posturas y patrones frente a los hechos o actitudes,
que predisponen a actuar de una determinada forma; dichas actitudes y
conductas pudiesen ser particularmente resistentes al cambio.
3. El cambio de creencias constituye en
esencia un cambio de pensamientos o marco referencial, esa ruptura atraviesa
por un proceso de disonancia cognoscitiva, que se traduce en la persona
en una vivencia de dudas e incertidumbres ante la antigua idea y el nuevo
pensamiento.
4. Todo proceso de cambio mueve fuerzas
psíquicas que se oponen al mismo. En Laplanche, J y Pontalis, J (1979),
se define esa oposición, en el contexto del tratamiento psicoanalítico,
como la resistencia, la cual se traduce en obstáculos generalmente inconscientes
para el esclarecimiento de los síntomas, impidiendo el trabajo terapéutico
con represión (exclusión de contenidos de la conciencia), transferencia
y beneficio secundario de la enfermedad.
5. El contexto socio - cultural juega un
papel determinante en el cambio de creencias. Especial atención debe prestarse
al hecho que somos seres en interrelación y en la comunicación interpersonal
entran en juego nuestras creencias.
DILTS y Col (1996) citan a Joseph Yeager, conocido autor y formador en
PNL, quien definió los tres componentes necesarios para un cambio eficaz:
a) querer cambiar, b) saber cómo cambiar, y c) tener la oportunidad de
cambiar. Por estas razones se propone a los pacientes y sus personas de
apoyo examinar sus creencias y decidir la implementación de estrategias
de cambios, de tal forma de transformar las creencias insanas e incluso
las creencias positivas en creencias saludables.
¿Cómo podemos decidir si una determinada creencia
es o no saludable?
Se viene utilizando un sencillo cuestionario ideado por C. M. Maultsby,
de la Facultad de Medicina de la Universidad de Howard. (en Simonton,
O. 1993). Dicha prueba permite establecer de una forma ágil, si una determinada
creencia es o no saludable.
1. Se selecciona una creencia
o algunos de sus componentes emocionales, actitudinales o conductuales.
2. Se aplican las preguntas del cuestionario
de Maultsby:
2.1 Ésta creencia, ¿Me ayuda a proteger
mi vida y mi salud? SI / NO
2.2 ¿Me ayuda a alcanzar los objetivos
que me he fijado a corto y largo plazo? SI / NO
2.3 ¿Me ayuda a resolver o a evitar mis
más difíciles conflictos (ya sea que se trate de conflictos internos o
con otras personas). SI / NO
2.4 ¿Me ayuda a sentirme como me quiero
sentir? SI NO 2.5 ¿Se basa en hechos esta creencia? SI / NO
Si la respuesta es SI a tres o más de estas preguntas, entonces se considera
que la creencia, en cuestión es relativamente sana. Si se dan menos respuestas
afirmativas, o no hay ninguna, es importante cambiarla por otra más saludable.
SIMONTON O.C (1993) propugna que "el momento más efectivo para trabajar
con sus creencias es cuando esté sufriendo un dolor emocional, porque
entonces será más fácil identificar las creencias malsanas. Se le hará
claro que las emociones que no desea están creando interferencias en su
vida si, por ejemplo, el miedo no le permite dormir".
PASOS PARA TRABAJAR LAS CREENCIAS
Paso 1: Identifique la emoción indeseable
(miedo por ejemplo).
Paso 2: Tome una hoja de papel y dibuje
una línea que corte la hoja verticalmente de arriba a abajo.
Paso 3: En la columna de la izquierda coloque
una lista de 5 o más creencias que le produzca la emoción en cuestión.
Paso 4: Evalue cada creencia con el cuestionario
de Maultsby y determine si se trata de creencias insanas o saludables.
Paso 5: Para las creencias insanas escriba
en la columna de la derecha creencias más saludables. Realizando su respectiva
reformulación.
Paso 6: Mantenga la lista consigo y cuando sienta esa emoción indeseada,
saque la lista y léala (¡eso puede ser entre dos y 20 veces al día!).
Paso 7: Adicionalmente, tres veces al día en estado de relajación
y usando la respiración para ayudarse, imagine las creencias sanas. Haga
esto por lo menos tres veces a la semana, hasta que las nuevas creencias
se transformen en actitudes inconscientes. (Simonton O.C 1993).
A continuación se ilustra se ilustra el caso de una mujer cuya lista de
creencias insanas y su reformulación en creencias saludables, reflejan
no solo sus miedos asociados al cáncer, sino también su temor a fallar
y no ser capaz de mejorar oportunamente su estado mental y emocional.
Al trabajar con sus creencias más sanas con el apoyo de su esposo, su
desesperanza y desamparo comenzaron a disminuir, y comenzó a dormir mejor
y sentirse más fuerte.
LISTA ESCRITA POR UN MUJER QUE PARTICIPÓ
EN EL PROGRAMA DEL SIMONTON CENTER
EMOCIÓN INDESEADA: MIEDO
|
CREENCIA INSANA |
CREENCIA SALUDABLE |
1. Me voy a morir dentro de
2 años y dejaré a mi hija sin nadie que la cuide, independientemente
de lo que yo o alguien más pueda hacer. |
1. Puede ser que esté viva
o no en dos años y lo que yo haga marcará una diferencia significativa
en el modo de vivir. |
2. Voy a estar muy enferma e incapacitada
y seré una carga para los demás y para mi misma. |
2. Puede que esté o no enferma y mis acciones
van a hacer una diferencia importante. |
3. Todos mi pensamientos insanos me están
haciendo empeorar y no puedo cambiarlos . |
3. Todos mis pensamientos y sentimientos
insanos me están haciendo empeorar y de mí depende cambiarlos. |
4. Puede ser que mejore pero jamás podré
conservar la salud y mantener alejado el cáncer. |
4. Yo puedo mejorar y soy capaz de conservar
la salud y mantener alejado el cáncer. |
5. Necesito apurarme y cambiar, y no tengo
el tiempo suficiente y no sé como hacerlo. |
5. Tengo todo el tiempo que necesito para
cambiar, necesito el cambio y sé que lo haré ¡HOY! |
6. Se puede hacer pero yo no puedo. |
6. Se puede hacer y lo voy a hacer. |
Otra estrategia de trabajo recién utilizada para el cambio
de creencia fue la implementada con un paciente, el cual solicitó asesoramiento
individual luego de concluir el programa de FUNDASINEIN en el que participó.
El paciente de 73 años presentaba un cáncer en el estómago con dolores,
inapetencia, rechazo a los alimentos, molestia ante la presión familiar
para que se alimentara, pesimismo, desanimo y pensando que era su fin.
Sin embargo, solicitó la atención individual en una necesidad de expresar
emociones, inquietudes, buscar opciones y sentir mejoría. Sólo se realizaron
tres sesiones, ya que el paciente regresaba a su país de origen (Colombia).
Se exploraron sus rutinas, pensamientos, emociones y conductas ante su
situación general y se elaboró conjuntamente de acuerdo a sus necesidades
particulares plan de acción fundamentado en los procesos mentales propuestos
en el modelo de las inteligencias múltiples de Beauport, E y Díaz, A (1995).
PEQUEÑOS PASOS PARA INFLUIR EN SU
VIDA Y SU SALUD
|
PENSAR |
IMAGINAR |
·
Observarse objetivamente para percibir causas y efectos del
Estado. Actual.
· Anote pensamientos y creencias que
le creen emociones positivas (optimismo) y no negativas (pesimismo).
· Piense de modo saludable sobre la
alimentación.
· Reflexione en la premisa: "Más importante
que lo que me está ocurriendo es lo que decido hacer con lo que está
pasando". |
·
Imagine las cosas que le dan optimismo, alegría o mejoran su ánimo.
· Imagine comer las cosas que le gustan.
· Visualizese recuperado en peso
· Imagínese haciendo ejercicios suaves
(caminatas).
· Visualize su sistema inmunológico
defendiéndolo eficazmente del cáncer.
· Envie desde su imaginación pensamientos
de paz, amor o perdón a otras personas. |
SENTIR |
ACTUAR |
· Hacer lista de cosas que
le hacen sentir mejor.
· Procure emociones positivas o neutras (paz-Tranquilidad)
· Practique relajación usando cassetes, música y respiración.
· Contáctese con el amor que tiene por sus seres queridos uno por
vez.
· Recuerde situaciones graciosas vividas por Ud. U otros.
· Contactese con el cariño y amor que le expresan los otros.
· Contacte la paz interna. |
· Realizar
al menos 1 ó 2 cosas de la lista.
· Buscar Estados de relajación.
· Trabajar la relación con Dios (orar).
· Comer cosas que le gustan
· Escribir sus progresos
· Leer lo que le provoque (intentar
el libro de Simonton y notas del programa).
· Oiga su música favorita.
· Antes de dormir relaje su cuerpo
y tranquilize su mente.
· Seleccione pensamientos y emociones
que le hagan sentir bienestar.
· Hágase una rutina diaria a su gusto
y beneficiosa para su salud. |
La aplicación del modelo de las inteligencias múltiples
para intervenir los aspectos relativos a las creencias, en los procesos
de salud y enfermedad, resulta promisorio y representa particularmente
para el autor un desafío para desarrollar una propuesta signada por la
búsqueda permanente de nuevas maneras de promover mecanismos de afrontamiento,
que faciliten un manejo adecuado de los pensamientos y las emociones ante
las circunstancias de la vida.
Las posibilidades de redimensionar la existencia humana en contacto con
la paz interna, la esperanza y el amor sin duda seguirá siendo por siempre
la más maravillosa de las libertades.
Creencia 1 |
Creencia 2 |
1. |
1. |
2. |
2. |
3. |
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4. |
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5. |
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BIBLIOGRAFÍA
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